A pesar de los avances que ha habido en el mundo de la medicina, encontrar una crema dermatitis atópica efectiva es una tarea difícil. Los pacientes que sufren de esta enfermedad crónica necesitan mantenerse bajo estricto control médico, para evitar los constantes picos de esta afección que afectan tanto a nivel físico, como emocional.
Desafortunadamente, la eficiencia de estos productos suele ser contradictoria, en especial, cuando estos tienen corticoides. Esta sustancia es un componente que se utiliza en muchos artículos de dermatología, pero poseen un efecto secundario que limita su uso: la estimulación del crecimiento de vello corporal indeseado.
En este sentido, si las lesiones aparecen en áreas como el rostro o lugares visibles, es posible que aparezca esta vellosidad y socave la autoestima del individuo. La consecuencia: el afectado deja de usar la crema, las manifestaciones de la enfermedad no se controlan y empeora la situación.
Por otro lado, esta variedad de hormonas lastima los tejidos, haciendo que la piel se vuelva más frágil y delicada. Por lo tanto, se incrementa el malestar con descamaciones, sensación de picor, resequedad, enrojecimiento, rajaduras, costras, secreciones de líquido claro, engrosamiento de la epidermis e hinchazón.
En este sentido, la solución es hallar un producto que no contenga este ingrediente y que trabaje con elementos naturales, para descubrir el verdadero alivio. Tener este problema implica un proceso de aceptación porque no tiene cura, sin embargo, la única alternativa es mantener un tratamiento que se adapte a las características de cada uno.
¿Cuál es la causa de la dermatitis atópica?
Hasta ahora, los expertos no han llegado a una conclusión sobre este tema que, probablemente, se ve influenciado por factores genéticos o ambientales. Ahora bien, los especialistas aseguran que las probabilidades de desarrollar asma o rinitis alérgica incrementan ante la presencia de este inconveniente.
Además de emplear una crema de primera calidad, también es importante cambiar ciertos hábitos y adoptar otros como cuidar la higiene personal, no utilizar ropa de fibras artificiales o lana, evitar el uso de sustancias que irriten o resequen la piel, alejarse del humo del tabaco, cambiar las sábanas con regularidad, disminuir el consumo de alimentos alérgenos (maní, huevo, trigo, soya y leche).
Si presenta algunos de los síntomas, visite un profesional y comente su caso con detalles. Una atención temprana permitirá controlar esta dificultad a tiempo, antes de que evolucione en diferentes partes del cuerpo y sea más compleja la situación.